El otro día me levanté con ganas de pulpo, me fuí al mercado y cual no fué mi sorpresa cuando vi que tenían pulpitos, me encantan pero a Sevilla llegan de Pascuas a Ramos, no hay donde comprarlos casi nunca, así que me traje 3 kilos porque la verdad es que se quedan en nada y entran sin sentir.
Mientras venia para casa pensaba en como hacerlos, guisados, fritos, a la plancha, como? no me decidía y llegué a la cocina llena de dudas, tienen tantas formas de poder comerlos que no sabia muy bien como, pero al vaciar la bolsa en el fregadero y verlos, lo tuve clarísimo, cocidos con las patatas y un poco de pimentón, nada más, por lo menos los primeros, porque los más grandecitos aproximadamente la mitad los he congelado.
En fin que nos pusimos como el quico de pulpitos, pero no importa, más ligeros no podían estar cocinados y más ricos tampoco.
Ingredientes para dos personas
1 kg. de pulpitos
4 patatas
2 tomates de ensalada
Pimentón picante
Sal
Poner una olla grande con agua y sal y llevarla a ebullición.
Meter las patatas bien limpias y cepilladas dentro
Lavar muy bien los pulpitos y cocerlos asustándolos tres veces antes de dejarlos dentro de la olla.
Una vez que los tengamos dentro todos dejar que se cuezan, tardan lo que tarden las patatas porque al ser tan pequeñitos son muy tiernos.
Una vez que comprobemos que están, dejar que se atemperen dentro de la olla y del agua de cocción.
Lavar y pelar un tomate de ensalada y cortarlo a gajos. Rodear el plato con los trozos de tomates fríos y dentro poner las rodajas de patata caliente y los pulpitos encima.
Espolvorear el conjunto con sal gorda y pimentón picante ó dulce, como se prefiera.
Y regarlo todo con aceite de oliva virgen extra crudo.
Solo queda comer, la mezcla de frío caliente no puede ser más buena y potencia un montón los sabores.
Es fácil verdad?
Buen provecho