espinacas, pero ya otro día os diré como las hacia.
No solía poner mucha verdura, pero estas judías las bordaba. Se hacen igual que las berenjenas o las coliflores, pero están buenísimas como cena o como guarniciones de otros platos.
Si tenemos cuidado de sacudirlas muy bien de la harina, rebozarlas solo con claras y escurrirlas muy bien con papel absorbente, no llegan a ser tan calóricas y nos las podremos permitir de vez en cuando, la verdad es que vale la pena.
Ingredientes
500 g. Judías verdes babys
Harina de trigo
2 huevos
Aceite de oliva
Sal
1 pastilla de caldo de verduras
Limpiar las judías cortándole las puntas y lavarlas muy bien. Ponerlas a hervir en agua con el caldo de verduras hasta que estén al dente
Cuando estén, sacar y enfriar con agua fría y ponerlas a escurrir, deben quedar muy bien escurridas.
Pasar las judías por harina y sacudirlas bien para que suelten el sobrante y meterlas en un recipiente con el huevo batido, moviéndolas bien para que se impregnen bien del huevo por todos lados.
Ir
friéndolas por tandas en aceite bien caliente hasta que estén
doraditas, sacarlas a un papel de cocina para que se escurran del
aceite.
Servir muy calientes con sal fina por encima
Son estupendas como guarnición y como plato único para una cena.
Esta
receta, cuando la hacia mi madre, recuerdo que ponía una fuente en medio de la
mesa y antes que se diera la vuelta casi no quedaban, están
exquisitas así, pero tienen que quedar de verdad al dente para que no se
pasen después en la fritura.