Estas son unas galletas cuya elaboración está solo indicada para gentes de nervios templados y con una dosis de paciencia infinita, por lo tanto yo esta vez las he hecho pero prometo no volver a repetirlo, ahora bien tengo que decir que el resultado lo merece, ricas, crujientes, impecables, deliciosas y fáciles de hacer hasta decir basta, pero de una precisión y lentitud en su elaboración que para mis nervios no es muy aconsejable, estuve a punto de estampar la masa contra los azulejos de la cocina más de una vez, no tengo paciencia yo para estas cosas y mira que me gustan y la cara de quien las ve luego es impagable, pero de aquí en adelante miraré si las venden hechas, que para quitarme el bichillo de haberlas hecho ya he tenido suficiente.
Además con una masa salen muy pocas por lo tanto quien tenga todo un día que haga dos ó tres masas ya que se pone, ahí van los ingredientes.
Pasta quebrada
Mantequilla
Azúcar vainillado
Azúcar blanco y canela
Estirar la masa y cortar sirviéndose de una regla ó guia tal como se ve en la foto
Levantar las tiritas de forma alterna
Meter una tira de masa y formar el enrejado
Seguir metiendo as tiritas de masa hasta completar todo el enrejado procurando que la masa no se estire ni se seque.
Derretir un poco de mantequilla ó margarina y pincelar toda la reja
Espolvorear con azúcar vainillado y cortar las galletas con un molde
Poner las galletas en la bandeja del horno que estará precalentado a 200º y encima de un papel encerado
Con los recortes que queden y para no desperdiciarlos lo que he hecho es volver a a masar y estirar con un rodillo haciendo unas galletitas en forma de estrellas y espolvoreadas de azúcar y canela.
Meter al horno 10-15 minútos a 200º
Ya solo queda comérselas con un cafelito ó un chocolate caliente, están deliciosas super crujientes y muy pero que muy bonitas.