Voy a presentar este aperitivo en el concurso Tu mejor de pinchos que convoca Mari Carmen del blog Comer de gorra por su primer aniversario.
Hace tiempo que los hago y aunque en esta ocasión está hecho de restos de "pringá" se puede elaborar con sobras de cualquier cosa, desde albóndigas de carne o pescado a croquetas.
El rollito se lo da las pipas de girasol fritas.
Al final son crujientes por fuera con un sabor a pipas mezclado con las carnes o el pescado muy rico y original
A mi me recuerda los cines de verano, supongo que será por las pipas.
Bueno pues ahí van los ingredientes y la elaboración
No puede ser más fácil y se queda divinamente presentándolas en plan bonito.
A ver si os gusta, a mi me encantaron cuando las probe con la Ropavieja
- Restos de una pringá
- 1/2 cebolla
- 1 huevo,
- pan rallado
- perejil picado
- pipas de girasol sin tostar
- 1 pastilla de caldo de pollo
- aceite de oliva
- pimienta negra recién molida
Pochar
la cebolla muy picadita hasta que esté transparente y entonces añadir
los restos de la "pringá" contados muy menuditos y mezclar bien hasta
que esté bien fritita. Apartar y dejar que se enfríe.
Poner en un bol y añadir el perejil, el huevo , el caldo de pollo desmenuzado, la pimienta
y pan rallado hasta conseguir una pasta homogénea. Hacer unas bolitas
que no sean muy grandes. Poner las pipas sin tostar en un plato hondo.
Rebozar las bolitas en las pipas y pincharle a cada una un palito de madera.
Poner aceite de oliva en un cacito, calentarlo bien e ir friendo las bolitas por tandas cuidando que se queden bien doraditas.
Escurrir en papel de cocina y servir bien calentitas. Se hacen muy
rápidas porque al estar el relleno semi cocinado se hacen muy pronto y
quedan crujientes por fuera y jugosas por dentro. Emplatar pinchando
las brochetas en medio limón, ó manzana etc....
Este es el logo del concurso por si quereis pasar a ver las bases