No
se si fue el aire del mar, el ambiente de Punta Umbría o el puestecito
en el que compre las caballas en plena calle, pero lo cierto es que
jamás he comido unas iguales.
6 caballas acabadas de pescar, vivas, por 3 euros, con un sabor y un olor que no puedo explicar.
Algunas las comimos a la plancha pero otras cayeron en esta cazuela, que de fácil es tonta, pero es que no hacia falta nada más.
Solo voy a poner la preparación porque casi no lleva ingredientes.
Limpie las caballas de tripas, cabeza y raspas.
A
medida que iba sacando los filetes iba echando en un cazo todo lo que
eran espinas y algunas pieles reservando los trocitos de caballa que iba
recortando, llené el cazo con agua, una hoja de laurel, perejil y un
poco de sal y deje que hirviera hasta tener un caldo medio concentrado.
Lo colé y lo reservé.
En
una sartén amplia hice un sofrito de cebollita, ajo y tomate bien
picadito pero en poca cantidad y cuando perdieron el orgullo le
incorporé el caldo colado y un poco de azafrán.
Ajustar
de sal si hiciera falta y le ponemos los fideos, del nº 2 en mi caso y
todos los trocitos de caballa que se hayan guardado al sacar las raspas.
Dejamos cocer hasta que casi estén los fideos
Cuando veamos que faltan unos minutos ponemos los filetes de caballa boca abajo y dejamos un par de minutos.
Les damos la vuelta con cuidado y apagamos el fuego.
Dejamos que repose un poco como hacemos con el arroz.
Debe quedar caldoso
Emplatamos los filetes con los fideos bien calientes
Y ponemos uno boca abajo para que se vea bien lo bonitas que son las caballas