Hoy no os pongo una receta propiamente dicha para comer, solo es una guarnición, aunque mientras más la miro y me acuerdo de lo buena que están, la próxima vez creo que le estrellaré un par de huevos y haré una especie de revuelto con ellas.
Solo aptas para los que como a mi les gusten los sabores fuerte y el picante, picante. Pero picante........
Superfaciles y riquísimas, y ahora en serio, el picante se puede medir y cada uno a su gusto, las hierbas las que tengamos en casa y nos gusten, porque de verdad, es que vale la pena hacerlas para acompañar unas chuletas a la plancha por ejemplo.
Ingredientes en cantidad al gusto
Patatas cocidas
Tomillo
Romero
Orégano
Ajo
Perejil
Cilantro
Pimienta negra
Pimentón picante
Vino Manzanilla
Caldo de pollo
AOVE
Zumo de limón
Primero cocemos las patatas lavadas en un caldo de pollo, puede ser con de pastilla
Las pelamos y las troceamos.
Mientras ponemos un poco de AOVE en una sartén y añadimos los ajos muy picaditos y todas has hierbas que nos gusten, cuando estén un poco hechas, le añadimos el pimentón.
Antes de que se nos queme ponemos el zumo de limón y la Manzanilla y dejamos que hierva un poco.
Añadimos las patatas cocidas y troceadas y mezclamos con cuidado de no romperlas
Dejamos que todo se cueza junto, hasta que reduzca el caldo
Espolvoreamos con cilantro fresco picadito o perejil, según nuestro gusto
Debe quedar cremosas.
Son fáciles, buenísimas y mientras hacemos unas chuletas se pueden ir cocinando, como guarnición son ideales, ahora pican ...............
Se recomienda tener una botella de cerveza bien fría al lado y no respirarle muy fuerte al que tengamos enfrente, puede sufrir quemaduras de 3º grado, jajaja