Por más que me he resistido, por más que me he dicho una y otra ve que nooooooooooo, que este año no hay pastelitos en casa, que estoy a dieta......pues no va mi hijo mayor y me pregunta, tu no haces torrijas mami? me encantan.........
Y tu que haces después de eso? si esta en casa 3 días y vuelve a irse?
Pues hacer torrijas.
Hala ya están hechas y lo que es peor es que están de autentico pecado.
Hace mucho tiempo que me acostumbré a hacerlas con vino de Pasa de La Pañoleta, este es un vino dulce muy famoso en Sevilla, es parecido al PX pero para mi, más rico.
Así salen, que te lías y no puedes parar, en fin que cuando me lo dijo no tenia pan de torrijas pero si restos de una hogaza y de unos panecillos y aunque cada una a salido de una forma lo importante es el sabor y este de verdad que es casi casi insuperable.
Para rizar el rizo, empapuchadas en miel de romero, no tengo perdón de Dios, todo lo perdido, ganado........
Ingredientes
Pan asentado o pan de torrijas
Vino de Pasa o Moscatel
Aceite de oliva
Huevo
Miel
Agua
Piel de limón
Lo primero es poner el aceite a calentar con trozos de cascaras de limón, cuando este bien caliente retirar las pieles.
Mientras tanto cortamos el pan en trozos regulares
Ponemos el vino en un plato, habéis visto el color? pues no podéis imaginaros el olor y el sabor uunnhhh....
Pasamos el pan por el vino ligeramente e inmediatamente por el huevo batido
De ahí a la sartén con el aceite bien caliente para que se frían rápidamente y se pongan doradas
Las vamos poniendo en papel de cocina para que suelte el sobrante de aceite.
En otro recipiente ponemos la miel que mas nos guste y agua, en la proporción de cada dos partes de miel una de agua y calentarlo hasta que se mezcle bien.
Solo nos queda ir pasándolas por ese aguamiel y acomodarlas en una fuente.
Por ultimo echar por encima el aguamiel que nos haya sobrado y esperar a que se enfríen si es que sois capaces, os aseguro que yo soy incapaz de hacerlo.