El Magret de pato no es mi fuerte, de hecho es la primera vez que lo hago.
Lo
que si comemos de vez en cuando en casa es Confit
Preparado o crudo
para cocinar en casa, esta de vicio, me encanta y de vez en cuando me
concedo ese caprichito.
Aunque muy calórico, intento separar toda
la grasa que puedo, sobre todo del Confit preparado, pero no os
confundáis, que no es por portarme bien, sino porque la grasa de pato es
genial para freír las patatas que me como con el, quedan doradas y
crujientes como con ninguna otra cosa en las que las podamos freír,
incluyendo el aceite de oliva.
Salen perfectas.
Tenia un
Magret en el congelador todavía de las Navidades así que he intentado
ponerlo lo más rico y ligero que he podido.
El resultado? Pura exquisitez y en su punto, que ya es un punto pero para mi, porque la verdad es que no tenia ni idea y es complicado.
El resultado? Pura exquisitez y en su punto, que ya es un punto pero para mi, porque la verdad es que no tenia ni idea y es complicado.
Ingredientes para 2 personas
1 Magret de pato fresco
1 cebolla grande
1 manzana grande Golden
1 cucharadita de azúcar moreno
Aceite de oliva
Canela
Sal
Especias de Jamaica
Pelamos y cortamos la manzana en dados
Pelamos y cortamos la cebolla en juliana y la ponemos en una sartén con una gota de aceite de oliva y sal a fuego muy lento para que se vaya haciendo y caramelizando moviendo de vez en cuando.
En otra sartén ponemos otra gota de aceite y salteamos los dados de manzana.
Le añadimos la cucharadita de azúcar moreno y canela molida y seguimos salteando.
Al final tienen que quedar caramelizados pero enteros , que se puedan pinchar con un tenedor sin que se deshagan.
En otra sartén completamente seca y caliente acomodamos el Magret con la piel hacia abajo a la que le habremos hecho unos corte llegando a la carne para que pueda traspasar el calor y hacerse.
Se salpimenta y se le da la vuelta cuando veamos que la piel esta dorada y crujiente, esto ocurrirá cuando haya soltado casi toda la grasa que trae debajo de la piel.
Cuando veamos que esta hecho lo escurrimos y lo ponemos encima de una tabla de cortar.
Hacemos filetes de un par de cm. La carne debe quedar jugosa, si nos pasamos se queda seca e incomible, es mejor un punto cruda para poder rectificar una vez cortada.
Acomodamos las lonchas de Magret en un plato caliente y acompañamos de la cebolla y los dados de manzana caramelizados.