Acabamos de terminar la Feria y aquí en Sevilla, es tradición
que no empiecen los caracoles hasta que no se termine esta y se hayan recogido
los trajes de flamenca y los mantoncillos, en ese momento se da el pistoletazo
de salida y en todos los bares se pueden comer, bien calientes y en un caldo
dorado y picante que esta de muerte relenta, algunos se adelantan pero los
caracoles no están aun en su punto optimo y algunos están, o amargos o con
tierra, así que mientras que llega su época corta pero abundante, nos conformamos
con comer cabrillas.
En esta ocasión esa
misma salsa de las cabrillas se la he puesto a unos caracoles cordobeses que tenía gongelados y no
tienen nada que envidiarle a estas por lo buenos que salieron. Eso si, si hay alguien
que siga la receta al pié de la letra que se ponga al lado un litro de cerveza
helada o una buena jarra de agua fresquita, porque pican de verdad ¡!!
Ah y que
no le olvide el pan ¡!!
Ingredientes
1 Kg. de caracoles
1 bote de tomate frito ó natural triturado
1 cabeza de ajos
1 cebolla gorda
2 hojas de laurel
1 pimiento verde y otro rojo
1-2 guindillas
1 vaso de vino blanco
2 rodajas de pan
Especias de caracoles
Aceite de oliva
Sal
Lavar los caracoles hasta la saciedad, las veces que haga falta hasta que sintamos que no tienen baba en absoluto y escurrir.
Poner una olla con agua, los caracoles y sal
a fuego lo más lento que podamos.
Tapar la olla y esperar que los caracoles se
mueran, tiene que estar a fuego muy lento para que las "gaitas" se
queden fuera, si no se esconden y no hay manera de sacarlas.
Una vez que veamos que no se mueven, se destapa la
olla y se pone a fuego fuerte, empezará a crear espuma, cuando veamos que se va
a salir de la olla, yo en vez de espumarlos los vuelco en un escurridor y
vuelvo a lavarlos como al principio, todas las veces que haga falta.
Reservar.
En una sartén se pone un chorrito de aceite y se
rehoga toda la verdura con las hojas de laurel y la guindilla. Dejar unos
dientes de ajo para freír.
Dejar rehogar hasta que esté bien doradita
Poner la lata de tomate natural triturado (también puede ser frito) y dejar que se haga
a fuego medio con la cazuela tapada
En una sartén con aceite de oliva freír unos
dientes de ajo y 2-3 rebanadas de pan.
Triturar los ajos y el pan con todo lo demás
añadiendo el vino, las especias y apartando el laurel y la guindilla
Mezclarlo todo con la salsa de tomate ya hecha.
Hervir para que todo se integre.
Pasarlo todo por un pasapurés de maya fina y
volver a poner en la cazuela
Una vez que levante el hervor de nuevo echar los caracoles escurridos, mezclar, rectificar de sal y
dejar que se haga todo junto durante 10 minutos.
Una vez que hayan pasado esos 10 minutos deben
quedar con salsa, pero trabadita y picante.
Emplatar los caracoles y acompañar con pan y si puede ser de mucha
salsa por encima.
Este plato es obligatorio comérselo con una cerveza
muy fría y muy grande, por lo picante.
Buen
provecho
;-)