Ingredientes para 2 personas
2 huevos
2 patatas
1 cebollita ó d cebolletas
4 dientes de ajo
1 pimiento verde
Aceite, vinagre y sal
En una sartén ponemos un poquito de aceite de oliva y 2 de los ajos cortado muy menuditos.
A continuación la cebolla y el pimiento cortado todo en juliana y cuando pierdan el orgullo incorporar las patatas cortadas a rodajas ni finas ni gordas. Se salan y se dejan hacer a fuego muy lento. Al no tener casi grasa si las tapamos en la primera parte se harán ellas solas casi en su jugo, como si estuvieran cocidas pero con todo el sabor.
Una vez que estén tiernas, les quitamos la tapa y dejamos que se vayan dorando hasta que estén bonitas.
Llegados a este punto apagamos el fuego y reservamos.
En otra sartén ponemos otra gotita de aceite y unos moldes bonitos y a fuego lento acomodamos los huevos dentro.
Dejamos hasta que se cuajen por abajo hasta que la clara esté solida pero la yema totalmente líquida
Ponemos en una cazuelita las paratas bien calientes.
Encima pondremos los huevos
Mientras en otra sartencita ponemos otra gota de aceite y los otros dos dientes de ajo laminados, cuando se hayan dorado ligeramente, se aparta del fuego y se se hecha un chorrito de vinagre con cuidado que salta.
Volcamos esta mezcla de la sartén encima de los huevos.
Comer rápidamente antes de que se enfríen ó venga alguien y nos lo quite, están de autentico vicio.
No son para comerlos todos los días pero es la versión ligera de los famosos huevos de Lucio tuneados en casa para poder catarlos de vez en cuando.