Se acabó, que pena me dá pero por otra parte por
poco no lo cuento, a partir de mañana hay que pensar en ponerse a dieta,
limpiar a fondo, planchar y guardar manteles, meter con mucho cuidado la
vajilla y la cristalería en su sitio, almacenar los tuper de la sobras, pedirle
a los niños más tuper de las sobras, tirar las chocolatinas y bombones ( por lo
de la dieta ), mandar a la tintorería los trajes de fin de año, hacer recortes
por todos sitios, subir el nacimiento a su sitio en el armario, quitar toda la
purpurina que se ha acumulado por los rincones, recoger todos los cabos de las
velas en una bolsa por si hay un apagón ( hay que aprovechar que está la cosa
muy malita), empezar a comer sano, dejar de beber unos días hasta que el higado
se depure y deje de quejarse la tripa, ojú solo de escribirlo ya estoy cansada,
pero ha valido la pena.
No recuerdo una Navidad como esta desde hace muchos
años, cuando mi madre estaba con nosotros y ella se hacia cargo de todo,
llegabas y te sentabas a comer y todo era sensacional, ahora me toca a mi y no
lo cambio por nada del mundo excepto porque los que faltan pudieran volver pero
con todo y con eso creo que ha sido la más feliz de mi vida.
En estas fechas tan jodidas por lo de los recuerdos
y eso, este año hemos querido estar los cuatro solos todo el tiempo y lo hemos
hecho así, como cuando los niños eran niños, cuidándonos unos a otros y queriéndonos
si no más porque es imposible si disfrutándonos de otra manera, jamás olvidaré
estos días porque aunque nos queden muchas Navidades (ojala) no creo que se
repita tal perfección, buen rollo, cariño y respeto como ha existido este año
en mi casa y alrededor de mi mesa.
Ni tan siquiera he hecho fotos de los platos que se
han puesto estos días para comer y cenar, era otro el pensamiento que yo tenia
y no he perdido ni un segundo que no
fuera lo importante, preparar la mejor Navidad que una madre pueda darle a unos
hijos y a un marido que no se ha movido ni un minuto de mi lado, apoyando, ayudando
y queriendo.
Ahora lo más inmediato y obligatorio es perder todo
el peso extra que tengo, la madre de Dios que lote de comer y de reír, me quito
lo primero pero con lo segundo me quedo, solo deciros que os he echado de menos
pero que ya he vuelto, con más energía que nunca y con muchas ganas de
compartir cosas y aprender mucho más con vosotros.
Vuelvo definitivamente el día 7 mientras tanto que
los Reyes Magos os traigan todas las cositas que hayais pedido, en esta casa
pedimos poco ó mucho según se mire, nos conformamos con quedarnos como
estamos, sería de una ingratitud total desear algo más, solo que todos tengamos
salud y el trabajo no falte, si acaso un deseo personal mío que no puedo decir
pero que es importante, muy importante para mi familia.
Gracias por haberme esperado, un besito a todos y
nos vemos después de Reyes.