Cada día salen más ricos, sigo experimentando con los tiempos y hasta que no me haga bien con ellos no me atrevo con las masas madre, aunque con el sabor y el resultado de este no se ni siquiera para que me voy a meter con ellas, ha salido genial, con una miga riquísima y una corteza fina y crujiente, me daban hasta ganas de llorar cuando lo veía crecer en el horno.
De todas maneras tengo un horno de pan a 2 minutos de mi casa donde venden la masa madre ya hecha y harina de taona de la buena, igual me paso y lo intento.
Este es un pan de medio kilo, hecho en dos partes, el amasado lo he hecho en mi juguete en el programa de amasado y lo he dejado levar la primera vez, unos 25 minutos, luego lo volvió a amasar 4 minutos y en ese punto lo saque y le di forma.
Los ingredientes
500g. de harina de fuerza del Lidl
1 sobrecito de levadura de panadero en polvo
1 cucharadita de las de café de sal
280 cc. de agua tibia
Aceite de oliva para pincelar (opcional)
Primero lo puse sobre una superficie enharinada y lo estire con cuidado para que no se me bajara demasiado y le di tres cortes a lo largo.
Luego lo trencé y lo uní por el extremo apretándolo bien
Lo acomode en la bandeja del horno con una lámina de silicona y como no me fiaba puse un poco de harina por si las moscas le daba por pegarse.
Lo pincele con una gota de aceite de oliva aromatizado con tomillo y lo metí en el horno apagado pero precalentado a 50º durante una media hora, se veía crecer por segundos
Se ha horneado en 40 minutos a 220º y con un cacharro de agua dentro del horno hasta que estuvo dorado y crujiente.
Dejar que se enfrié en una rejilla y si eres capaz esperar a la hora de comer sin pegarle un pellizco.
Lo que hay al lado del pan es un Euro, para que os hagáis una idea de como creció, ha salido espectacular y de verdad que el más rico hasta ahora