Desde que tengo el horno nuevo, no había tenido oportunidad de probar mi rustidor y ya iba siendo hora, que casi hace un año que esta en casa el pobre, lo tengo frito con los panes y las bolsas de hornear pero ya tenia yo ganas de hacer un pollito como los que te venden en la calle pero sabiendo lo que llevan adherido a la piel jejeje.
Este está de una forma muy facilita y como era pequeño se hizo en un plis-plas.
La idea de poner el glasé de P.X. es de las mejores que he tenido en mucho tiempo, os pongo los ingredientes
1 pollo limpio y esviscerado
2 limones
(1 entero y el otro el zumo)
(1 entero y el otro el zumo)
1 vaso grande de vino blanco
1 pastilla de caldo de pollo en polvo
3 cucharadas de Glasé P.X.
(puede ser miel con un chorrito de vinagre)
(puede ser miel con un chorrito de vinagre)
Hierbas provenzales
Tomillo fresco (opcional)
Pimienta negra recién molida
Lavamos y chamuscamos el pollo y le metemos en la tripa un limón cortado a cuartos y una rama de tomillo fresco.
Hacemos una mezcla con los demás ingredientes y lo batimos bien.
Bridamos el pollo bien apretado para que al hacerse no se deshaga.
Lo pincelamos bien por todos lados con el preparado y lo metemos en un tupper bien cerrado, me imagino que con unas horas será suficiente pero yo lo tuve en ese adobo toda una noche.
Cuando vayamos a utilizarlo lo ensartamos con la aguja del rustidor y lo aseguramos bien.
Ponemos el pollo en el rustidor y debajo una bandeja con un vaso grande de vino blanco.
Dejamos que se vaya haciendo los primeros 10 minutos a 220º y después lo ponemos a 180º hasta que este hecho, tardó 1 hora y media aproximadamente, pero eso es cuestión del tamaño del pollo.
Cuando veamos que está hecho y antes de que se rompa lo sacamos del rustidor y lo ponemos encima de la salsa que se habrá hecho en la bandeja que pusimos con el vino y le quitamos la aguja con cuidado de no quemarnos
Lo trinchamos a cuartos ó a octavos y lo acomodamos encima de la salsita que habremos batido un poco para que se una bien y si se quiere tambien se puede espesar con harina de maiz
Luego lo metemos por espacio de 5 minutos con la gratinadora puesta al máximo para que quede muy crujiente y dorada la piel.
El glasé le ha dado un toque como de miel con vinagre, pero muy sutil.
Vale la pena probarlo, en casa no será el útimo que comamos así.
Acompañar de unas patatas fritas.
Vale la pena probarlo, en casa no será el útimo que comamos así.
Acompañar de unas patatas fritas.
Y de una ensalada fresquita con muchos colores