Esta receta es el resultado del reciclaje que suelo hacer en casa con las sobras, hay veces que es mucho mejor la segunda que la primera, en este caso no se cual me ha gustado más pero si tuviera que elegir escogería los macarrones, por lo completa, fácil y barata que ha salido, además por descontado buena, buenisima.
La primera fue la de los corazoncitos de pollo con tomate, pero como había cantidad de sobra, decidí sobre la marcha hacer de otra manera para completar una pasta como los macarrones y esto es lo que salio.
Ingredientes
3/4 Kg. de corazoncitos de pollo
1 cebollita
2 dientes de ajo
2 hojas de laurel
2 pastillas de caldo de pollo
1 lata de 500 g. de tomate natural tamizado
1 lata de campiñones laminados
1 lata de campiñones laminados
300 g. de macarrones
Vino blanco
Aceite de oliva
Pimienta negra
Orégano
Sal
Poner en una sartén un poco de aceite de oliva y sofreír la cebolla en juliana fina y los dientes de ajo en laminitas con las hojas de laurel, cuando hayan tomado un poquito de color añadimos los corazoncitos de pollo limpios de telillas, sangre y grasa.
Saltear, salpimentar y añadir 1 de las pastillas de caldo de pollo desmenuzada.
Añadir un chorrito de vino blanco y dejar que se hagan bien
Cuando estén casi cocinados se le añade el tomate natural tamizado
Se espolvorea generosamente con orégano
Se le incorporan los champis enjuagados con agua fría y escurridos se tapa dejando que se haga a fuego medio-bajo
Tiene que quedar espesito pero con bastante salsita
Ya se pueden comer acompañados de unas patatas fritas y con los que sobren hacemos lo siguiente.
Lo primero ir cogiendo los corazoncitos y cortarlos a la mitad longitudinalmente, es pesado pero para acompañar la pasta queda mejor un bocadito más pequeño.
Mientras vamos cociendo los macarrones con agua hirviendo y la otra pastilla de caldo de pollo
Escurrimos y esta vez como los vamos a incorporar a la salsa no los pasaremos por agua fría para no quitarles el sabor del caldo
Los incorporamos a la salsa de tomate con corazoncitos
Los mezclamos bien
Y los calentamos a fuego muy bajo removiendo para que no se nos peguen
Servir en un plato bien hondo, porque pongamos los que pongamos nos parecerán pocos
Os lo aseguro
Buen provecho