Hamburguesas de choco

Esta receta hace tiempo que quería publicarla pero no he podido antes, de todas forma nunca es tarde si la dicha es buena y si os coméis una como esta os aseguro que seréis muy dichosos.

Sin más preámbulos os presento a la hamburguesa más ligera y rica que casi os vayáis a comer en la vida.

Ingredientes para 2 personas

300 g. de choco de Huelva limpio

2 dientes de ajo

1 cebollita

2-3 cucharadas de pan rallado

2-3 huevos de codorniz

1 manojo de perejil fresco picadito

Aceite de oliva

Sal y pimienta

Lo primero que tenemos que hacer es cortar el choco a daditos superchiquitos a cuchillo, no pasarlo por ninguna máquina que le quita todo el rollo de morder luego los cachitos.

 Añadimos el perejil fresco recién picadito

 Con un prensa ajos he pasado los ajos

Y luego la cebolla, todo esto para que quede muy fino y no se note al comerlo

Lo mezclamos todo bien

Ponemos los huevitos, creo que debería haber puesto 3, pero de todas formas no quedó mal, si no se tienen de codorniz uno de gallina pero pequeñito.

Las cucharadas de pan rallado

Se vuelve a mezclar y se pone en el frigo un rato a reposar y también para que se compacte un poco

Mientras en un papel de horno se pincela una gota de aceite

Se forman las hamburguesas con un molde o a mano, no importa pero así quedan bien redonditas

Ponemos otro trozo de papel aceitado encima y se prensa un poco para que quede todo bien unido, pero cuidado con los empujones que se pueden desmontar, con suavidad.

Cortamos el papel para dejar las hamburguesas individuales y así si hacemos en cantidad podemos congelar perfectamente y si no nos servirá de protección en el frigorífico, porque una vez más están mejores de un día para otro por eso de que se conozcan los sabores.

Al día siguiente las sacamos del frigo y las dejamos mientras se calienta una plancha o sartén con una gota de aceite

Le retiramos el papel de arriba y mirad que pinta, como se ven los trocitos de choco y no sabéis como huelen!!!

A la sartén con cuidado que son muy delicadas

Las dejamos sin moverlas hasta que estén doradas, es importante no moverlas, ellas solas igual que el pescado se despegarán y podremos darle la vuelta

Una vez que estén se emplatan en unos panecillos  de hamburguesa con todo lo que le queráis poner, pero yo para no perderme ni un ápice del sabor del choco, la he emplatado sola acompañada de unas rodajas de tomate aliñado y unas rodajas de cebolla a la plancha

Veis los trocitos de choco? pues no os quiero contar cuando los mordéis como están, ricos no, lo siguiente.

Con un poco que ha sobrado hice unas bolitas entre albondigas y filetes rusos, buenisimas para un aperitivo o un platito combinado en una cena.

Buen provecho

Nota: para quien no sepa que es un choco también se le llama sepia, jibia y mil cosas más, pero el bichito es este ya limpio.
Por supuesto para una receta como esta y las albóndigas podemos aprovechar las partes menos nobles como las aletas y tentáculos, dejando el resto del cuerpo para preparaciones más vistosas.