Receta fácil donde las haya y además pudiendo aprovechar un día que hagamos albóndigas o hamburguesas, podemos guardar un poco de carne picada, hacer la masa de los filetes rusos, moldearlos y congelar, así tendremos para una cena de urgencia algo casero y en unos minutos.
Estos están hechos del sobrante de unas hamburguesas de cordero, no os podéis imaginar el saborazo que tenían !!!
También he aprovechado parte de la pulpa de unos calabacines que vacié en bolitas para rellenar, esos ya os los enseñaré.
Los ingredientes para dos personas son :
Restos de calabacín
Pan rallado
250 gr. de carne picada de cordero
1 diente de ajo
1/4 de cebolla o 1 cuchara de cebolla deshidratada
1 ramito de perejil fresco
Sal
Pimienta negra
Tomillo
Aove
Mirad el artilugio que me he comprado en un chino, 1´50 euros, pero es de lo más practico, sobre todo para coger siempre la misma cantidad, aunque se supone que es para hacer albóndigas, a mi me gusta hacerlas en un vaso con harina, pero como medidor no tiene precio.
Bueno, pues mezclamos todos los ingredientes muy picaditos y los amasamos bien, vamos cogiendo porciones todas iguales .
Las vamos poniendo en el pan rallado y las impregnamos levemente con el.
Las moldeamos como tortitas planas, que queden finitas, pero sin aplastarlas en exceso, para que luego queden jugosos.
Salteamos las bolitas de calabacín en una gota de Aove, salpimentadas hasta que estén doradas.
Mientras en un par de cucharadas de Aove vamos friendo los filetes rusos, dejando que se pongan dorados y crujientes por fuera.
Si los queremos más ligeros podemos hacerlos en el horno, la verdad es que quedan muy bien y el ahorro de calorías es sustancial.
Emplatamos tres filetes por persona con los calabacines al dente como guarnición y un buen chorrete de salsa, la que más nos guste, en este caso era un ketchup picante que le va muy bien.
Podemos acompañarlos con una ensalada mixta y cena resuelta.
Espero que os hayan gustado, a mi me pierden !!!
Buen provecho
;-)
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