La Dorada de Félix y Carmen, en papillote. #RecetasSolidariasParaNavidad

Cuando tienes amigos de los de verdad, pasan estas cosas, que estas con Carmen y con Félix tomándote una cerveza en el bar de un amigo y de pronto nuestro Félix sale corriendo y dice "ahora vengo que te voy a traer una cosa" y se presenta a los 5 minutos con un pedazo de dorada que no se la salta un galgo !!!

Tengo que decir que es pescador, le encanta y se va desde Sevilla hasta Ayamonte o Isla Cristina, cada vez que tiene una noche inspirada,  y rara es la vez que se viene con las manos vacías, pero esta vez trajo dos pedazos de doradas tremendas y quiso regalarnos una.

Así que aquí nos tenéis a nosotros, tomando cervezas con una dorada congelada encima de la mesa, como si fuera la cosa más natural del mundo jajaja y debe serlo, porque como mucho, los que pasaban la miraban, pero para ver si nos la despistaban para comérselas ellos, tal era la carita de deseo de algunos !!!

La he tenido metida en el congelador hasta hoy porque en un principio, Carmen y yo habíamos dicho de hacer las dos juntas y comerlas en su casa o en la mía,  compartirlas con un vinito o unas cervezas y una fuente de albóndigas de chocos que les pirran como las hago, pero al final no terminamos de coincidir por cuestiones de trabajo y yo ya no aguantaba más, debería de haberlo hecho, porque para dos personas era enorme, más con la guarnición, pero no quedó nada más que la raspa, no podía estar más buena y un día es un día.

No va a tener más remedio que traer otras dos y hacerlo cuando podamos estar juntos sin prisas jajaja.

Esta receta es muy fácil pero se que a ellos les hubiera encantado.

Dedicadas a Félix y Carmen, Carmen y Félix, amigos os queremos, aunque no nos hubierais regalado este pedazo de pez. Mirad que tamaño tenia el angelito !!!!

 Os digo como la he hecho con ingredientes para dos personas.

 

 1 dorada para dos

2 patatas cocidas cortada a rodajas

1 cebolla pochada ligeramente

1 pastilla de caldo de pescado

Sal y pimienta

Aceite de oliva virgen extra

Vino blanco

Papel de aluminio fuerte

 

Ponemos en la placa del horno un trozo de papel de aluminio doble bien estirado y acomodamos encima las patatas y la cebolla, haciendo una cama para el pescado, salpimentamos y ponemos la mitad de la pastilla de caldo de pescado desmenuzada.

Acomodamos al animalito encima eviscerado y sin ojos, pero muy importante, con escamas,   lo salpimentamos poniendo la otra media pastilla por encima, regamos con un hilo de aceite de oliva virgen extra y un chorrito de vino blanco.

Cogemos otro trozo de papel y hacemos un papillote (paquete) bien cerrado para que no se escape el vapor,  pero que no quede muy justo para que pueda inflarse bien al hacerse.

Lo metemos al horno precalentado a 250º y lo dejamos 10 minutos, a partir de ese momento bajamos a 180º y lo dejamos 30-35 minutos, veremos que está hecho porque el papillote se pone totalmente hinchado.

Una vez que veamos que está, lo sacamos del horno, rompemos el papel de arriba con cuidado de no quemarnos con el vapor y le retiramos la piel de la parte de arriba, al tener las escamas, es como una coraza que sale sola entera sin problema.

Retiramos la cabeza con cuidado de no rasgar el papel.

Y con mucho cuidado metemos unas espátulas o cuchillos anchos a ras de la espina

Rodeándola con cuidado de no romper la carne, llevando esta a un plato

Veis?  sale entera.

Con cuidado retiramos la espina y los posibles restos que hayan quedado

Y levantamos los lomos de abajo dejando la piel limpia que retiraremos, no quedan escamas en la guarnición, os lo aseguro, pero si queréis para más seguridad, podéis sacar el bicho a una fuente para trincharla con más tranquilidad.

Ya solo nos queda acompañarla con las patatas con cebolla y toda la salsa que habrá en el paquete y no ser tan patosos como yo, que después de haberla sacado entera, en un descuido la destroce por delante, pero como dirían mis padres, "que más dá, no la vas a masticar después? "

Pues ya solo nos queda regar la guarnición con un hilo de aceite de oliva virgen extra crudo, pimienta negra recién molida y un poco de perejil fresco picadito y zampársela con un buen vinito blanco, o una Cruz Campo bien helada. 

Nada que ver con las de piscifactoría, pescada con las manos de nuestro amigo, manjar de Dioses

 

Una delicia

Gracias Félix y Carmen, estaba pá tirar cohetes jajaja

Buen provecho

;-)